Por Priscila de Anda Luna*
Como cada año, el 16 de octubre, el mundo se une para celebrar el Día Mundial de la Alimentación, una ocasión para reflexionar sobre la importancia de la nutrición y la seguridad alimentaria.
En un planeta que produce suficientes alimentos para todos, las estadísticas de desnutrición son alarmantes e incoherentes: en el mundo, en menores de 5 años 149.2 millones sufren desnutrición crónica por baja talla, 45 millones tienen emaciación y 40 millones sobrepeso.1
La alimentación es un derecho humano fundamental, y la falta de acceso a una dieta adecuada afecta a millones de personas. La erradicación del hambre y la promoción de una alimentación sana y sostenible son metas clave de la Agenda 2030 de la ONU. El Día Mundial de la Alimentación es un recordatorio de la necesidad de abordar estos problemas y de tomar medidas concretas para lograr un mundo donde todos tengan acceso a alimentos suficientes y nutritivos siendo crucial en la niñez y, por ende, en el futuro de nuestra sociedad.
En México hay más de 10 millones de niños menores de 5 años de los cuales, 4.1% presentan desnutrición por bajo peso y 12.8% desnutrición por baja talla. Sabemos que el Desarrollo Infantil Temprano es una fase crítica en la vida de un ser humano. Durante los primeros años, los cimientos se establecen no solo para la salud física, sino también para el desarrollo cognitivo y socioemocional. La nutrición adecuada en esta etapa es esencial, ya que proporciona los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable, tanto físico como mental.
Como líder del equipo de Un Kilo de Ayuda, comparto el compromiso con este importante objetivo. A través del modelo integral para el Desarrollo Infantil Temprano de la organización se fortalece la capacidad de los cuidadores para implementar una crianza sensible y cariñosa orientada a la prevención de la malnutrición y promoción de la lactancia materna, se entregan alimentos de alto valor nutricional contribuyendo a la buena alimentación de los 23,000 niños y niñas que atendemos en Chiapas, Oaxaca, Yucatán, Sinaloa, Nuevo León y Estado de México y se promueven proyectos especiales para la producción de alimentos en huertos de traspatio y captación de agua de lluvia.
Además, quiero destacar que muchas personas en el mundo no tienen acceso a información adecuada sobre nutrición y, como resultado, pueden llevar dietas poco saludables que contribuyen a enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes; siendo que en América Latina y el Caribe 4 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso.1 Para todos los que formamos parte de Un Kilo de Ayuda la promoción de una mayor conciencia sobre una dieta equilibrada es esencial para mejorar la salud y el bienestar de la población.
Recientemente, he tenido oportunidad de visitar algunas de las comunidades más vulnerables del país. Percibo que, a pesar de las condiciones no ideales para garantizar una nutrición adecuada, el compromiso de las madres y padres por promover una alimentación de calidad en sus familias es inherente. Observar su incasable voluntad por brindarles los alimentos necesarios, incluso cuando implica su propio sacrificio, es alarmante. Cuando olvidamos los porcentajes y conectamos directamente con las personas, el llamado a la acción adquiere un sentido de urgencia.
El desarrollo infantil óptimo es un componente esencial para construir un futuro mejor. Invertir en la nutrición y en la alimentación adecuada de los más jóvenes es una inversión en la prosperidad de nuestras comunidades y naciones. Los gobiernos, empresas y la sociedad en su conjunto debemos unirnos para abordar estos desafíos de manera efectiva.
En este Día Mundial de la Alimentación, recordemos que la niñez nos necesita más que nunca. Nuestra atención y acción colectiva son necesarias para garantizar que sus derechos se cumplan. La alimentación adecuada es un pilar fundamental en el desarrollo infantil, y es nuestro deber como sociedad asegurarnos de que ningún niño o niña se quede atrás en este camino hacia un futuro lleno de oportunidades.
Directora General de Un Kilo de Ayuda*